Pétalos y espinas.
Siempre exhalo cuando me invade tu presencia,
Pétalos y espinas.
No careces de importancia,
pues al mirarnos a los ojos,
hay un acuerdo tácito entre nosotros,
como si nos la sudase la distancia.
Pétalos y espinas.
Y así eres tú,
el acontecer entre tus labios,
me enloquece por suspiros,
¡bendito aire!
Menester, es que te quedes conmigo.
Pétalos y espinas.
Desconozco el suceder,
pero esta noche,
sin martinis ni abrazos,
sin caricias ni tus labios,
hoy te escribo y te adelanto,
que te quiero...
... ¡siempre a mi lado!.
A.V.
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